Hoy Sábado, arranca en Ramales el Curso Nacional de Iniciación al Espeleosocorro para Personal Sanitario. Se pone de manifiesto, una vez más, la importancia del Alto Asón en el ámbito espeleológico y el buen hacer de su grupo de espeleosocorro.
Cito textualmente un extracto del texto de la convocatoria del curso en cuestión: "En esta ocasión, la Escuela Nacional de Protección Civil del Ministerio de Interior y la Escuela de Protección Civil del Gobierno de Cantabria organizan este Curso en Cantabria para aprovechar la experiencia de los profesionales y voluntarios que participan en el Grupo de Espeleosocorro del Gobierno de Cantabria, así como las excelentes posibilidades de las cavidades cántabras, referencia internacional en la actividad espeleológica."
Todos los que estamos relacionados con el mundo subterráneo sabemos que Cantabria y más concretamente el Alto Asón posee un extenso e impresionante patrimonio albergado en sus entrañas y lo valoramos en consecuencia. El Alto Asón seria a la espeleología, lo que Guara a los barrancos, o lo que Picos a la escalada en roca, o lo que Tarifa es al Winsurf, pero desgraciadamente la espeleología no pasa por buenos momentos. La falta de apoyo institucional, el desconocimiento de este deporte y otra serie de factores cuyo análisis daría para escribir un libro, están haciendo que la media de edad entre los espeleólogos aumente y que su número disminuya, dato preocupante, más aún si tenemos en cuenta que no es un deporte de masas y cuenta con muy pocos federados.
Valoremos nuestro patrimonio, pero no solo el económico, que también lo puede ser, y por favor no como se hizo en Cullalvera destruyendo un importantísimo refugio para los murciélagos del Alto Asón condenando al desahucio de una nutrida colonia mixta de Myotis myotis, Rhinolophus ferrumequinum, Rhinolophus euryale y Miniopterus schreibersi (Meijide, 1979). Una convivencia de más de 18.000 años de antigüedad, establecida entre nuestros antepasados cavernícolas y los suyos, que el hombre civilizado ha destruido de un coletazo. Que sirva para aprender del error.
Volviendo al tema, más información acerca del curso en la web del Espeleosocorro Cántabro y en la de Protección Civil.
Todos los que estamos relacionados con el mundo subterráneo sabemos que Cantabria y más concretamente el Alto Asón posee un extenso e impresionante patrimonio albergado en sus entrañas y lo valoramos en consecuencia. El Alto Asón seria a la espeleología, lo que Guara a los barrancos, o lo que Picos a la escalada en roca, o lo que Tarifa es al Winsurf, pero desgraciadamente la espeleología no pasa por buenos momentos. La falta de apoyo institucional, el desconocimiento de este deporte y otra serie de factores cuyo análisis daría para escribir un libro, están haciendo que la media de edad entre los espeleólogos aumente y que su número disminuya, dato preocupante, más aún si tenemos en cuenta que no es un deporte de masas y cuenta con muy pocos federados.
Valoremos nuestro patrimonio, pero no solo el económico, que también lo puede ser, y por favor no como se hizo en Cullalvera destruyendo un importantísimo refugio para los murciélagos del Alto Asón condenando al desahucio de una nutrida colonia mixta de Myotis myotis, Rhinolophus ferrumequinum, Rhinolophus euryale y Miniopterus schreibersi (Meijide, 1979). Una convivencia de más de 18.000 años de antigüedad, establecida entre nuestros antepasados cavernícolas y los suyos, que el hombre civilizado ha destruido de un coletazo. Que sirva para aprender del error.
Volviendo al tema, más información acerca del curso en la web del Espeleosocorro Cántabro y en la de Protección Civil.
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